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Entrevista al Productor de Cine Pablo Bautista

Por Ignacio Vleming

Enero 2006

Una mañana de otoño en Madrid. La calle Princesa levantada por las obras. Pablo Bautista nos ha citado en una esquina de la Casa de las flores. Es un tipo joven, sus ojos se mueven inquietos en busca de una cafetería donde poder realizar la entrevista. Sabe muy bien como manejar los hilos de la información. Comprende que el ambiente elegido es parte también de la imagen que proyecta. Casi no hace falta hacerle las preguntas. Expone de manera tan clara las respuestas que se adelanta a nosotros.

Pablo es una de esas personas iluminadas, guiada por un sexto sentido, por una convicción tenaz. Introduce las pausas con la precisión de un relojero. No habla por hablar, y su proyecto creativo va mucho más allá de lo meramente formal, aúna, sin prejuicios, cuestiones empresariales y artísticas. Así nos explica como fue posible la película WC. Su radical independencia animará a muchos a hacer cine. ¡Qué nadie se olvide del talento! Pablo Bautista y su equipo han demostrado tenerlo.

Ignacio Vleming. ¿Por qué Tres Mares?

Pablo Bautista. El nombre de la productora se debe a que fue fundada por tres socios de distinta procedencia. Uno de Barcelona, el Mediterráneo, otro de México, Enio Mejía, que también ha dirigido la película, el Pacífico, y otro, que soy yo, de León. Ya sabíamos que León no está en la costa, pero como el nombre nos gustaba, aludimos a la vertiente atlántica de la península.

I.V. ¿Ustedes dicen que tienen una forma distinta de entender el cine? ¿En qué se diferencia Tres Mares de otras productoras?

P.B. Tres Mares es diferente a otras productoras porque surge de un proyecto, la película WC, que en un principio no sabemos a donde va a llegar. La realización de la película comenzó de manera totalmente independiente y alternativa a los caminos habituales de la industria del cine. El director, Enio, contó una vez en otra entrevista, algo que decía Charles Chaplin. Que el cine sería arte cuando uno pudiese hacerlo como el escritor, al que solo le hace falta el papel y la pluma.

I.V. A mí eso me recuerda a lo que anunciaba Astruc con su artículo la Cámara Stylo. El cine se convertiría en un lenguaje tan accesible como la escritura, incluso el cine podría expresar conceptos complejos de ciencia y filosofía. ¿Crees que la independencia es necesaria para el desarrollo de cualquier manifestación artística ?

P.B. No, lo que digo no va tanto por ahí. Sencillamente nosotros queríamos hacer una película y la hicimos. Surgió de manera muy espontánea. La película la realizamos como quien pinta un cuadro, sin tener aun comprador. También el poeta se pone a escribir versos sin saber si algún día serán publicados. No recibimos ayudas del ICAA porque no las pedimos.

I .V. ¿Entonces tienen algún otro tipo de ayuda, bien sea de una Comunidad Autónoma de alguna institución?

P.B. No, no que va. No hemos recibido ayudas del ICAA, ni tampoco de ninguna institución pública, bien sean comunidades o ayuntamientos, nada absolutamente nada. La financiación de la película ha corrido de nuestro bolsillo. Pero el gasto no ha sido demasiado grande. En otras entrevistas me han preguntado cuánto ha costado WC. Nunca me atrevo a decir que nada, pero la verdad es que no ha costado nada. Otra cosa han sido los gastos de la Productora.

I.V. Parece imposible financiar así una película.

P.B. Sí, todos estamos de acuerdo en que es un milagro. Sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de las películas que se realizan en España no se estrena, mientras que WC ha estado todo el verano en la cartelera madrileña.

I.V. Por el momento han producido una película, WC, de Enio Mejía ¿La productora nace para hacer posible este filme o con mayor proyección ?

P.B. La productora nace para hacer posible WC. Primero fue la película y luego Tres Mares. Cuando el proyecto ya había tomado fuerza, y no era meramente el trabajo de unos actores delante de la cámara y de un reducido equipo de técnicos detrás, vimos necesario fundar una productora que se ocupase de los requisitos legales. Además había que comprar un ordenador para editar la película, el gasto hubiese sido enorme sin una empresa que lo respaldase.

I.V. ¿Cual es su próximo proyecto?

P.B. Nuestro próximo proyecto es un cortometraje, Historias en el aire, que voy a dirigir yo. Se trata de una historia entorno a las llamadas telefónicas de un programa de radio como Hablar por hablar. Si con WC demostramos la capacidad de la productora para llevar un trabajo de dirección de actores a buen fin, ahora queremos ofrecer un producto más exquisito en el especto técnico. Y también estamos escribiendo el guión de un largo, de una comedia.

I .V. Están interesados en otro tipo de productos audiovisuales.

P.B. Sí, claro que sí. Hemos comenzado con el cine. Pero no descartamos la posibilidad de participar en cualquier producto audiovisual, de vídeo, de tele, incluso de teatro; ya hay algunas compañías que se han puesto en contacto con nosotros. Nos interesa todo lo que tenga que ver con el espectáculo

I.V. ¿Cuáles son las dificultades de las empresas audiovisuales emergentes ?

P.B. Por un lado, la espera de los beneficios es muy dilatada. Por otro, la promoción exige una gran inversión para tener suficiente impacto y hacer rentable el producto. Además, se trata de un mercado imprevisible, nunca sabes como va a reaccionar el público a tu película.

I.V. ¿Cómo surge la idea de hacer WC ?

P.B. El director propuso la idea a sus compañeros de El estudio del actor Juan Carlos Corazza. Todo comenzó de manera bastante informal. Sabían los medios de los que disponían. Enio rodó la película en el cuarto de baño de su casa. Por esto WC tiene tanto que ver con el teatro.

I.V. Sí, tiene mucho que ver con el teatro. Yo veo un importante trabajo actoral, de dirección de actores. Realmente la puesta en escena es bastante básica. No hay un solo movimiento de cámara y todos los capítulos están rodados en plano secuencia. No obstante encuentro algo muy cinematográfico, la fragmentación del tiempo y la situación de un punto de vista único (toda la película transcurre en cuarto de baño, que podemos ver desde detrás del espejo, en el que se miran los actores). Esto es algo de lo que habla Jacques Aumont en su Estética del cine. Pero sobre esto ya volveremos en otra ocasión, ¿cual fue la implicación de los actores en la película ?

P.B. Los actores se implicaron plenamente. Primero en un sentido creativo. Enio había escrito un guión básico, que consistía en la definición de caracteres y de posibles situaciones. Durante el rodaje les dio bastante libertad. En muchas ocasiones lo que el espectador ve en la pantalla es pura improvisación.

I.V. Antes decía que el coste de la película era muy pequeño. Teniendo en cuenta que el ordenador es una inversión de la productora. Casi se puede hablar de una obra hecha para y por los actores.

P.B. Sí, hasta esté momento, toda el coste de la película había sido nulo, y corría por nuestra cuenta y riesgo. Por ejemplo la cámara con la que se ha rodado era del director. Pero ahora que ya estamos en contacto con una red de profesionales del cine, como los equipos técnicos, queremos seguir produciendo nuestros propios trabajos o los de terceros.

I.V. ¿Cómo contactaron con ellos ?

P.B. Unas personas nos llevaron a otras, hasta que finalmente organizamos una cadena enorme de gente dispuesta a trabajar. Como en principio nadie cobraba, teníamos que adaptar y ajustar los horarios a las circunstancias de cada uno. Esto hizo que el rodaje y postproducción de la película se dilatara y fragmentara a lo largo de un año.

I .V. ¿Y qué pasa con la promoción de la película ?

P.B. Esta es la parte más delicada. Podríamos decir que la inversión más fuerte que hemos hecho es en publicidad, y aun así ha resultado insuficiente. Además, nosotros contábamos con otro problema, ya que la película no se pudo estrenar a la vez en todo el país, lo que resulta muy perjudicial para a la taquilla. La publicidad que se hace durante un par de semanas tiene cierta resonancia durante unos días, pero un mes después nadie la recuerda.

I.V. WC ha sido la primera película distribuida por la Asociación Cine Digital. Lo que quiere decir que no existe un soporte material del filme, la información llega desde el satélite Hispasat hasta la propia sala de cine. ¿Qué tipo de contrato ha firmado con ellos ?

P.B. La Asociación de cine digital funciona como distribuidora y normal corriente. Ya sabes que el 50% de los ingresos de la taquilla son para el exhibidor, mientras que el 50% restante se reparte entre la productora y la distribuidora (generalmente). Nosotros percibimos alrededor del 35% de esta mitad. Pero este es el contrato convencional que se firma cuando es tu primera película.

I.V. Imagino que esta forma de distribución, absolutamente innovadora en España, tendrá una serie de inconvenientes.

P.B. Desde luego. La Asociación Cine Digital recibió una serie de ayudas del Ministerio, que iban destinadas a los cines que desean implantar esta nueva tecnología. La ley fomenta el desarrollo tecnológico igualitario de toda la geográfica, de tal modo que la mayoría de estas instalaciones han surgido en localidades pequeñas. Mientras las grandes ciudades cuentan aun con pocas salas preparadas. Por otro lado, cuando nosotros presentamos la película, solo los cines de algunas capitales de provincia tenían a punto sus equipos, por lo que hemos tenido que escalonar el estreno.

I.V. ¿En que sentido la distribución digital supone un cambio ?

P.B. Con esta forma de distribución la tecnología digital ocupa todo el recorrido de la película, desde el rodaje hasta la exhibición. Estos años hemos visto como se grababa mucho en digital. Pero normalmente después de la edición, el último paso, es pasar la obra a película fotográfica. Así acceden a la mayoría de las salas de cine. Con la distribución digital nosotros no hemos necesitado hacerlo. La película llega directamente desde el satélite, no existe soporte material que la contenga en el proyector.

I.V. Esto suena a Ciencia Ficción. Como si el cine fuese iluminado por satélite.

P.B. Imagina la de ventajas que supone.

I.V. Reducción de costes. Ningún gasto de laboratorio, ni de película.

P.B. ¡Incluso más !. Puedes grabar la cantidad de veces que quieras una escena. Por ejemplo, esto permitió dirigir muy bien el trabajo de improvisación de los actores. El director podía transformar la acción y repetir la toma cuantas veces lo necesitara, y según fueran los resultados.

I.V. Pero hay muchos que aun desconfían de la calidad del digital.

P.B. No tendrían porqué. La calidad de la primera copia de película fotográfica suele tener menor o igual calidad que una imagen rodada en Alta Definición. Nosotros grabamos con DV, no con Alta Definición, pero al ser una película rodada en un plano fijo, la calidad no se ve mermada. Otra cosa es la fotografía de moda que exige una exquisitez mayor puesto que la imagen es estática. En cine, la velocidad a la que se suceden los fotogramas, hace que no necesiten demasiada definición.

I.V. ¿Entonces, sus próxima película se grabará también en digital y se distribuira vía satélite ?

P.B. No, Historia en el aire, se va a pasar a película.

I.V. ¿Por qué ?

P.B. El tema de los festivales es importante. En el caso de WC, el contenido tenía mucho éxito, pero dado que no existía una copia en celuloide no podía participar en concurso.

I.V. ¿Cuanto falta para la implantación del digital ?

P.B. Es inminente. El cine y la distribución digital están a la vuelta de la esquina. Algunos proyectos, como el nuestro, hubiesen resultado mucho más difíciles de financiar sin esta tecnología. Toda la industria del entretenimiento va a sufrir una enorme transformación. Llegará un momento en que será totalmente virtual. En el futuro el audiovisual no tendrá soporte físico. No se pagará por la compra sino por el visionado. Lo que se llama pay per view. Incluso dentro de un tiempo, podrá ver la película de estreno en su casa, sin necesidad de acudir a la sala.

I.V. En cierto sentido tiene razón, pero creo que el espectáculo, como forma de ocio, es también un acto social que pide desarrollarse en un espacio público, de encuentro con los otros.

P.B. También puede uno invitar a sus amigos a ver una película en el salón. Pero veremos como antes de esta revolución del soporte fílmico, la industria pasará por estrenar en DVD…

I.V. (Teniendo en cuenta lo complicada que está la movilidad en las megalópolis como Madrid. Llegar a los cines se hace cada vez más complicado, y no sólo a los cines ).

P.B. …a no ser que haya una nueva revolución en el visionado. Por ejemplo lo que soñaba Dalí, un cine táctil.

I.V. Sí, algo parecido sucedió en los años sesenta. El cine buscó grandes formatos de pantalla para competir con la televisión. Podría suceder algo similar entre las salas y esas formas de exhibición inmediata en casa…Pero antes mencionaba usted el éxito del contenido de WC en los festivales a los que ha acudido. Creo que son el de Lleida, el de Las Palmas, el de Peñíscola y el de Miami.

P.B. Efectivamente, estos son los festivales. Posteriormente al estreno hemos participado también en otro festival en Argentina. La película ha tenido mucho éxito. Pero éste no se debe a la tecnología digital.

I.V. A mi no me gusta nada la tecnología…

P.B. Ni a ti ni a nadie. ¡A mi tampoco ! La tecnología hay que entenderla de modo positivo. Cuando nos permite acercarnos a las últimas tecnologías de las forma más sencilla. Por ejemplo, la foto, tanto si está hecha con una cámara de película química como con una digital, es para nuestro ojos la misma. La tecnología bien entendida tiene que ser accesible a todo el mundo.

I.V. ¿Es esta una revolución en el lenguaje cinematográfico?

P.B. Se trata quizá de una pequeña gran revolución. La tecnología digital ha permitido la creación de objetos y monstruos antes imposibles. Y también ha permitido construir la imagen con gran libertad: giros, transiciones y ralentizaciones sorprendentes. Tal vez el ejemplo más popular sea Matriz. El cine oriental está utilizando estas técnicas con visión una artística, está abriendo una nueva brecha. Soy un fan de la película Hero, de Zhang Yimou. Pero el digital no está obligado a cambiar la naturaleza del lenguaje cinematográfico; esta es unicamente una posibilidad.

I.V. ¿Y es esta una revolución estética ?. Ahora mismo estoy pensando en ese ensayo de Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductivilidad técnica, dónde habla sobre los cambios trascendentales que se produjeron en la apreciación de los objetos de arte con la llegada de la fotografía.

P.B. No, esta no es por el momento una revolución estética. Yo creo que la situación no es equiparable, porque con la llegada de la fotografía se daba una transformación de tipo cualitativo respecto a la pintura. Las cosas pudieron ser reproducidas mecánicamente, sin necesidad de dibujarlas. Poco a poco la fotografía se ha ido distanciando de esta naturaleza realista, y ha imitado a la pintura.

I.V. Yo creo que se podría hablar ahora de una hibridación entre pintura y fotografía.

P.B. Ahí está. La pintura se ha servido también de técnicas fotográficas desde el Renacimiento…Pero la revolución digital en cambio no supone una forma de representación; esta sigue siendo la misma, la imagen analógica. La transformación es más bien de tipo cuantitativo.

I.V. Yo creo que se trata de una revolución en los canales de información…

Pablo Bautista responde con la vehemencia del hombre reflexivo. Cuando no tiene nada más que decir, sencillamente calla; él mismo da el paso a la siguiente pregunta. Con curiosidad, Pablo me entrevista, sabe por donde quiere ir, y en tanto, el encuentro se convierte en la exposición de propuestas y proyectos. Esperemos que a este hombre de negocios, empresario cultural y artista, le vaya muy bien; yo estoy convencido de ello.