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Concierto del no mundo de A.G. Porta
Abril 2006
Título: Concierto del no mundo (PREMIO DE NOVELA CAFE GIJON 2005)
Autor: A.G. Porta
Edita: Acantilado
Género: Novela
Páginas: 358
Precio: 21 €
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A. G. Porta no sólo es un gran escritor, sino también uno de los pocos escritores españoles que es capaz de escribir alejado de las normas del mercado, ofreciendo una escritura llena de sugerencias, una construcción “arquitectónica” donde cada pieza encaja perfectamente para acabar formando una obra que sabe guardar un gran equilibrio entre forma y contenido, además de exigir una lectura activa, aquélla que Cortázar pregonaba para sus novelas.
Podemos encontrar varios puntos en común entre las novelas de A. G. Porta, como son, la construcción de una trama semiescondida detrás de las cosas más cotidianas y ciertas relaciones entre los personajes, la acumulación de pequeños detalles y gestos, la forma fragmentaria separada por elipsis -como secuencias cinematográficas-, el uso del lenguaje preciso que busca el tono y el ritmo para ajustarse a unos determinados comportamientos y la construcción de una ambientación más o menos insólita. Sin embargo, y a pesar de todas estas constantes en su obra, es notable la evolución que Porta ha sabido dotar a sus novelas, sobre todo en sus dos últimas,
Singapur y
Concierto del No Mundo, con una gran destreza en el uso de la fragmentación, la elipsis y la sugerencia en la primera, y con la mezcla de géneros y metaliteratura en esta última.
Encontramos en
Concierto del No Mundo ciertas obsesiones o motivos que pululan por sus anteriores novelas, como la dificultad de comunicación (sobre todo entre padres e hijos), los sueños frustrados, la imaginación de los personajes como posibilidad de escape, la inevitable presencia del pasado, la tendencia de los personajes a difuminarse en el vacío y el sinsentido de la vida cotidiana. Sin embargo hay otros aspectos que la convierten en una novela diferente y un tanto especial dentro del resto de su obra.
La trama es fácil de describir pero no lo es tanto la historia. Un viejo guionista de cine se retira a un hotel de París (“la capital del país vecino”) para escribir un guión. Su joven amante, una pianista superdotada que realiza unos conciertos en la misma ciudad, lo visita con cierta regularidad, pero la relación entre ellos se va complicando poco a poco a la vez que irán surgiendo determinadas subtramas y personajes secundarios que multiplican una historia que avanza en espiral, gracias a las secuencias -como cajas chinas- que llevan a los personajes a otras realidades, mezclando novela negra y ecos de ciencia ficción, para acabar configurando varias capas superpuestas de una misma realidad. Y al final, el juego metaliterario es superado por el peso existencial de la historia.
Hay que decir que
Concierto del No Mundo es la novela más arriesgada y técnica de A. G. Porta, y es que, el escritor barcelonés ha firmado una novela intensa, difícil, con un lenguaje que se cimenta sobre el vacío a la vez que indaga en ese mismo vacío –acercándose hacia cierta abstracción- para demostrar que el mundo está lleno de otros mundos posibles. Si en las anteriores novelas encontrábamos una trama perfectamente hilada y una arquitectura minimalista, separada (o unida) por secuencias siempre sugerentes, ahora la trama se complica en cuanto a una historia que avanza en espiral, que también es un mundo de espejos, donde la filosofía (Wittgestein), los juegos literarios que recuerdan a Borges, los retoques de novela negra, todo es llevado por un lenguaje denso y tenso que no permite la más mínima distracción, reconstruyendo la realidad para (con)fundirla y enriquecerla. Y en esa (con)fusión de realidades a veces es difícil saber si lo que leemos es el guión que escribe el guionista, la novela que escribe la niña, un pensamiento de cualesquiera de éstos o lo que sucede en la realidad más cotidiana e inmediata; pero acaso eso no sea lo más importante porque todo forma parte del No Mundo. Hay numerosas citas que lo afirman: “La vida, un juego” (pág. 211), “La realidad total es el No Mundo” (pág. 182).
Choca el uso del presente y la tercera persona, que, junto a la ausencia de nombres propios, dota a la novela de un tono frío y distante a la vez que de un estilo cinematográfico. Así, los personajes son denominados “el guionista, la niña, el padre de la niña, el genio compositor” y los espacios “la capital del país vecino, el café de los escritores”, etc. Y si además, añadimos que se trata de una novela de novelas, encontramos que
Concierto del No Mundo no sólo es una novela difícil de leer, sino que también se trata de un gran ejercicio técnico, un auténtico juego al más puro estilo borgiano u onettiano (en el relente, esa grandísima novela que es
La vida breve) pero sin atisbos de epigonismos, pues en todo momento Porta sabe dosificar ciertas influencias o analogías que son filtradas por una sensibilidad y un estilo ya plenamente portianos.
Por otra parte, es remarcable en ese plasma de constantes sugerencias que encontramos en sus novelas, la fina tela de araña trenzada entre ellas, como algunos personajes de
Concierto del No Mundo que aparecen en
Braudel por Fraudel y
El peso del aire e incluso en su primera novela, escrita a cuatro manos con Roberto Bolaño,
Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, lo cual no deja de incrementar el brío lúdico-literario y el universo propio del escritor barcelonés.
Si, como dice el propio Porta, su próxima novela estará relacionada con
Concierto del No Mundo, seguro que nos sorprenderá y esperaremos con una impaciencia tranquila su aparición en las librerías. Hasta entonces, hay varios libros que leer para quienes todavía no conocen a uno de los escritores en lengua española más inteligentemente desconocidos.
Carlos Huerga