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Más alla de los signos, de Jaime Siles
Septiembre 2002
Título: Más allá de los signos
Autor: Jaime Siles
Edita: Huerga y Fierro Editores, S.L., Colección La rama dorada
Género: Ensayo
Jaime Siles (Valencia, 1951) no es sólo poeta, filólogo, ensayista y traductor como indica este volumen, sino también viajero nato, magistral maestro y conferenciante empedernido. Su formación académica es abrumadora y ha sido director del Instituto Español en Viena y agregado cultural de la Embajada española en esa ciudad, a lo que hay que añadir su esperado ingreso en junio del 2000, tras la lectura de su discurso sobre el poeta César Simón, en la Real Academia de Cultura Valenciana, y su reciente incorporación como académico en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Como traductor, Siles ha plasmado al español versos de Celan, Catulo, Bertrand, Mansour, Colerige, Wordsworth, Schmidt; como poeta, ha escrito diez libros de poesía y ha sido traducido al alemán, francés e italiano, habiendo obtenido el premio Ocnos, el premio Nacional de la Crítica y el premio Loewe de poesía; como profesor, imparte clases en la elitista Universidad de St. Gallen en Suiza y ha escrito nueve libros de ensayo, acompañados por una obra fecunda dispersa, desgraciadamente, en revistas literarias y en prensa, que se inició en 1969. Este Más allá de los signos se suma al postrero libro de Siles que se halla en las librerías, una lúcida reflexión sobre Mayans o el fracaso de la inteligencia (Valencia, 2000), y será la antesala de su próximo libro, una selección de las críticas teatrales que durante años Siles publicó en el suplemento dominical Blanco y Negro y que será editado por la Universidad de Murcia.
Más allá de los signos es una recopilación de las notas publicadas en los mejores suplementos literarios del país, que son-y no son sólo- lecciones literarias, donde Siles demuestra su talento para sintetizar la obra de los poetas peninsulares y mediterráneos seleccionados en este libro. Las notas de Más allá de los signos no sólo desmenuzan los libros que han generado, sino que elucidan la obra del autor reseñado, su sentir literario, su aliento poético, sus avatares en un viaje iniciático hacia la esencia poemática de unos autores, con el mar Mediterráneo y los versos como nexo. El autor contextualiza y apunta con rigor y acierto el carácter, las similitudes y las fuentes, así como el interés que posee cada libro anotado. Siles, al preparar este compendio, le daba involuntariamente una estructura en anillo a este nuevo volumen, ya que él ha disfrutado con la lectura de los libros, sobre los que ha escrito estas notas, en similar medida a lo que lo hará el afortunado lector de las páginas de Más allá de los signos. Así, Siles nos hace partícipes de sus lecturas y del provecho, que de ellas se emana, con un verbo contundente y conciso, una claridad de conceptos que insufla al lector el salitre mediterráneo de los versos que se poetizan. En un delicioso prólogo, Siles explica el criterio, la composición, los ejes de cada libro analizado, así como la intención y la finalidad del mismo en un ejercicio filológico de primer orden y de una valía inusitada.
Siles afirma que
la poesía de Gimferrer es claridad desde la noche única, indica que Cavafis fue
un alejandrino moderno recogiendo el pensamiento de Alsina Clota, menciona las dos tendencias que en Elitis concurren, que son
la poesía hermética italiana y la parte más blanda del surrealismo francés, considera a Mario Luzi
merecedor del Nobel, observa que Dino Campana es
un poeta maldito y que
su condición errante y errática han hecho un mito de él, destaca de Baudelaire su
brillantez expositiva, de Rimbaud su
violencia de imágenes y de Mallarmé su teoría del signo y señala su predilección por Apollinaire, de quien sostiene que
es como unos grandes almacenes de productos poéticos, que abastece y equipa a una distinguida clientela, como Eliot, Neruda, Larrea, Alberti, Huidobro y Gerardo Diego.
Este libro de nuevo demuestra que las notas, ensayos y artículos del maestro Siles son fundamentales e ineludibles para todo aquel lector inquieto y ávido de escrituras de ayer, de hoy y, sobre todo, de siempre. Los lectores, y los poetas, están de enhorabuena.
Carlos Ferrer