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El malestar en la globalización de Joseph E. Stiglitz.
Octubre 2002
Título: El malestar en la globalización
Autor: Joseph E. Stiglitz.
Edita: Taurus
Género: Ensayo
Subgénero: Economía
Precio: 18.75 € en nuestra
Librería Asociada.
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001 y
ex-asesor del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton,
es autor de impactantes libros de denuncia sobre el mal
funcionamiento de los organismos financieros
internacionales. De hecho, decidió dimitir del Banco
Mundial para poder expresarse públicamente y denunciar los
extravíos de las instituciones financiaras
internacionales. Inteligente a la par de díscolo, este
rebelde con causa lucha por retornar el sentido común a un
capitalismo que según él ha perdido la cabeza.
A lo largo de su ensayo
El malestar en la globalización
el Premio Nobel carga durísimamente contra los
neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus
ejecutivos, a quienes no vacila a la hora de tildar de
bolcheviques del mercado. Según Stiglitz, los líderes
del FMI están cegados por sus ideas neoliberales,
obsesionados hasta el infinito con la liberalización
extrema de los mercados y sobre todo, con la devolución de
la deuda externa de las naciones. Esta ideología,
entronizada hasta el infinito sin contar con otros muchos
factores que también condicionan la economía, ha
catapultado al caos y a la miseria a muchos países del
Tercer Mundo, al imponérseles unas medidas de austeridad
excesivas.
Stiglitz además critica duramente la tesis de la
autorregulación del mercado, esa idea que pulula por la
mente de muchos economistas según la cual habría como una
especie de mano invisible que ajustaría el mercado. Eso
para él no es más que un mito pues el mundo de la economía
es demasiado complejo y poco transparente como para que se
autorregule por sí mismo (buena prueba de este
oscurantismo económico sería la especulación o las
denominadas opciones de aprovisionamiento (en inglés stock
options) que lejos que perseguir el beneficio de una
empresa, tan sólo buscan, según Stiglitz, aumentar las
fortunas personales de unos pocos). Por eso, para que el
capitalismo funcione de verdad es necesario que el estado
imponga algunas normas y que éstas se apliquen
estrictamente.
El Nobel sostiene a lo largo de la obra la tesis de que la
globalización, si se lleva con unas reglas justas y de
igualdad, puede beneficiar a todo el mundo, puede
constituir una gran oportunidad para las naciones y
pueblos de la Tierra para enriquecerse. Pero para ello hay
que apostar por la justicia y la democracia. Por eso mismo
Stiglitz considera que los militantes antiglobalización
son, salvo algunos casos excepcionales, personas llenas de
sentido común que han comprendido que la globalización,
tal y como se lleva a cabo en nuestros días, además de
injusta no puede durar.
NOTA: Stiglitz, lejos de ser un militante
antiglobalización o un marxista con tendencias
neocomunistas es un declarado partidario del capitalismo y
de la economía de libre mercado. Pero también es
consciente de que las personas son más importantes que el
dinero, y eso es algo que a menudo olvidan los gobernantes
del mundo, tan entregados ellos a la fiebre del oro.
Josue Ferrer